Todos tenemos una foto divertida en nuestro caminador, ¿o no la recuerdan?
¿Entonces porque los pediatras de hoy en día no recomiendan el uso de caminadores? ¿Porqué inclusive nos miran como locos si consideramos al menos conseguir un caminador?
Lo que les queremos contar hoy es que estos divertidos juguetes son bastante inseguros y no son buenos para el desarrollo como se podría pensar.
¿Porque son inseguros?
- Los bebés tienen más accesos a objetos que antes no tenían entonces aumenta el riesgo de quemaduras, ingesta de objetos e intoxicaciones.
- El caminador le permite a un niño que aun no tiene la destreza ni la posibilidad de caminar, de movilizarse “libremente” Esto hace que no se tengan límites físicos, entonces muchos niños llegan a urgencias después de haberse caído por las escaleras o ahogados por caer en una tina o piscina.
- La mayoría de accidentes ocurren mientras un padre está vigilando y no alcanza a responder.
¿Por que son malos para el desarrollo?:
- Pueden demorar el tiempo que un bebé se demora en caminar
- Se cree que el desarrollo visual-motor de un bebé es muy importante. Para poder mejorar ciertos movimientos, el bebé necesita visualizarlos. El caminador no le permite integrar los movimientos de los pies con lo que ve.
- Algunos estudios muestran que pueden demorar el desarrollo mental, aunque más estudios se necesitan evaluando este efecto.
- Los caminadores usan unos músculos diferentes a los que nosotros usamos al caminar, por ende fortalece músculos que no necesariamente van a ayudar a caminar y si pueden causar problemas de cadera.
Que te aconsejamos:
- NO usar un caminador
- Usa tapetes para poner a tu bebé en la barriga mientras está despierto, esto lo va a ayudar a adquirir todas habilidades que necesita para caminar.
- Usa pisos con tapetes para que no se resbalen al intentar gatear o caminar.
- Usa unidades de juego estacionarias por tiempos limitados donde puedan estar distraídos por un periodo de tiempo. Cuando se empiecen a parar pueden usar juguetes de empujar que ayudan con la estabilidad.
Fuentes:
- Academia Americana de Pediatría